Jamoncitos de pollo congelados

Son la parte inferior de la pata del pollo, también conocida como muslo, que ha sido congelada para su conservación. Este producto contiene 1 kg de jamoncitos de pollo congelados, listos para cocinar.

Deben cocinarse completamente antes de su consumo. Se recomienda descongelarlos completamente en el refrigerador antes de cocinarlos para asegurar una cocción uniforme y evitar riesgos alimentarios.

Deben conservarse a una temperatura de -18°C o inferior en el congelador. Es importante mantener la cadena de frío para garantizar su calidad y seguridad.

Por cada 100 gramos, los jamoncitos de pollo congelados contienen aproximadamente 109 calorías, 2.8 gramos de grasa (0.8 gramos de grasa saturada), 20.9 gramos de proteína, 0.0 gramos de carbohidratos, 0.0 gramos de azúcar y 0.23 gramos de sal.

La 'Categoría A' se refiere a la calidad del producto. Generalmente, indica que el pollo cumple con ciertos estándares de frescura, higiene y manejo durante el proceso de producción y congelación.

No se recomienda volver a congelar los jamoncitos de pollo una vez que se han descongelado, ya que esto puede afectar su calidad y aumentar el riesgo de proliferación bacteriana. Lo ideal es cocinar solo la cantidad que se va a consumir.

Los jamoncitos de pollo congelados se pueden cocinar de diversas maneras, como al horno, a la plancha, fritos o guisados. La elección dependerá de la receta y preferencia personal. Asegúrate de que alcancen una temperatura interna segura para el consumo.

Los jamoncitos de pollo congelados, en su estado natural (sin aditivos ni rebozados), no contienen gluten. Sin embargo, verifica siempre la etiqueta si han sido procesados o marinados, ya que podrían contener ingredientes con gluten.